FECOP

Descubriendo colores en el océano Pacífico de Costa Rica

Descubra cómo la ciencia de NASA, Fecop, UCR y UNA impulsa la conservación y la pesca sostenible en Costa Rica.

Published for: El Observador CR

Por Marina Marrari

Si alguien me hubiera dicho hace años que terminaría explorando los colores del océano a lo largo de la costa del Pacífico de Costa Rica, no lo habría creído.

Después muchos años trabajando en ecología marina y aplicando herramientas de detección satelital para aplicaciones pesqueras en diferentes países, hace casi 15 años la vida me trajo a Costa Rica. Este es un lugar tan especial que rápidamente se convirtió en hogar para mi familia.

En FECOP, tengo el privilegio de trabajar con un equipo excepcional de científicos. Todos procuramos fomentar la pesca sostenible, conservar especies marinas clave para la pesca recreativa y promover el desarrollo de las comunidades costeras a través de la ciencia y la educación.

Nuestra investigación desempeña un papel fundamental en la formulación de estrategias sostenibles para la gestión de los recursos marinos, ayudando a los responsables políticos a tomar decisiones informadas.

La colaboración siempre ha sido el eje central de mi visión: unir a científicos, conservacionistas, comunidades y tomadores de decisiones para trabajar juntos por la salud del océano.

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Trabajo interdisciplinario con apoyo de la NASA

Recientemente, emprendimos la primera expedición de un ambicioso proyecto que se ha gestado durante años: Pacific Color Expedition (Pcolor).

Nuestra misión es recopilar datos ópticos y de pigmentos a lo largo de la costa del Pacífico de Costa Rica, en una colaboración entre científicos de la NASA, investigadores de la Universidad Nacional (UNA), la Universidad de Costa Rica (UCR), y el equipo de Fecop.

Este esfuerzo responde a un objetivo aún mayor: aprovechar los datos de la nueva misión satelital PACE (Plankton, Aerosol, Cloud, Ocean Ecosystem) de la NASA para desarrollar algoritmos que permitan detectar y monitorear mareas rojas desde el espacio.

(Foto cortesía / Fecop).

¿Qué hace especial a la misión PACE?

PACE es una innovadora misión satelital que mide el color del océano con tecnología hiperespectral.

Esto significa que puede analizar cómo la luz solar interactúa con el agua y sus distintos componentes en una amplia gama de longitudes de onda. Esto permite detectar variaciones sutiles en el color del mar.

El fitoplancton, esos diminutos organismos microscópicos que flotan con las corrientes marinas, son la base de la cadena trófica y esenciales para la vida en el océano.

Pacific Color Nasa El Mundo Costa Rica

Utilizan la luz solar y diferentes pigmentos para realizar la fotosíntesis, alimentando a otros organismos marinos y produciendo una parte significativa del oxígeno que respiramos.

Gracias a las capacidades de PACE, podremos identificar distintos tipos de fitoplancton.

Entre ellos aquellos responsables de los florecimientos de algas nocivas—conocidos como mareas rojas—que pueden ser tóxicas para la fauna marina y los seres humanos. Y que tienen repercusiones en la salud pública, el turismo, la pesca y la acuicultura.

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Ciencia en acción

Hace unos días, abordo de una embarcación equipada con un radiómetro hiperespectral, realizamos mediciones ópticas in situ desde Herradura hasta el Golfo Dulce. Allí se registró meticulosamente cómo la luz interactúa con el océano.

Paralelamente, recolectamos muestras de pigmentos para comprender mejor la composición del fitoplancton en la región.

Los investigadores de la UCR y la UNA complementaron este trabajo con análisis adicionales, incluyendo la taxonomía del fitoplancton, comunidades bacterianas, concentraciones de clorofila y nutrientes, y la oceanografía de la zona.

Cada muestra y cada dato recopilado representan una pieza clave en el rompecabezas que estamos construyendo para mejorar la detección y el monitoreo de las mareas rojas. Gracias a un esfuerzo coordinado, logramos completar todas las estaciones con éxito.

Pero lo que hizo este proyecto aún más innovador fue su enfoque multiplataforma. Mientras el equipo de campo recolectaba datos en el mar, el satélite PACE capturaba información del color del océano desde el espacio.

Y sobre nosotros un equipo del Jet Propulsion Laboratory (JPL) de la NASA realizaba la campaña aérea Avuelo con el instrumento Aviris, montado en un avión de investigación, para obtener datos ópticos de alta resolución.

En otras palabras, tuvimos ojos en el océano desde el mar, el cielo y el espacio.

Más que una expedición, un paso hacia el futuro

Fueron cinco días de intensa labor científica en altamar. Cinco días que culminaron con una profunda satisfacción por los logros alcanzados en equipo.

Los datos obtenidos no sólo representan un avance significativo para la ciencia y la capacidad de investigación en la región, sino que también tienen aplicaciones concretas para las comunidades costeras de Costa Rica.

Esta expedición nos recordó por qué nuestro trabajo es tan importante: comprender la dinámica del océano y la presencia de diferentes organismos es clave para anticipar y mitigar sus impactos, así como para gestionar de manera sostenible nuestros recursos marinos.

Y esto es sólo el comienzo. Con PACE revolucionando la teledetección del color de los océanos, estamos en el umbral de grandes avances. Para mí, haber reunido a científicos extraordinarios de diversas organizaciones, quienes ofrecieron con generosidad su tiempo y experiencia, reafirma mi vocación.

Una enorme responsabilidad

Estar en el mar, descubrir sus secretos y usar la ciencia para mejorar la vida de las comunidades costeras es un privilegio y una responsabilidad que asumo con entusiasmo.

Esta expedición no habría sido posible sin el apoyo de diversas instituciones y miembros del sector privado.

Un agradecimiento especial a Amejaye y su tripulación—Nano, Mario y Ariel—, así como a Laura Lorenzoni, Antonio Mannino, Kelly Luis y el equipo de Avuelo, Jennifer Cannizzaro, Chuanmin Hu, Kendra Daly y Mark Luther.

También agradecemos el respaldo de Marina Pez Vela, Botanika Osa Peninsula, Crocodile Bay Marina y Marina Los Sueños, así como de Priscilla Castro Víquez, GIZ así el Laboratorio de Estudios Marinos de la Escuela de Ciencias Biológicas de la UNA.

Además el Laboratorio de Microbiología Marina (LaMMar) y la Red en Ciencias Marinas (RedMar). Nuestra gratitud también para el Centro de Investigación en Estructuras Microscópicas de la UCR, NASA y Fecop.

¡Hasta nuestra próxima aventura! Ojalá volvamos a encontrarnos descubriendo juntos los colores del océano.

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