FECOP, la Federación Costarricense de Pesca, expresó su decepción por el retraso de una reforma de la ley de atún que habría brindado una mejor protección a los delfines y otras especies marinas que son atrapadas como captura incidental en el proceso de pesca de atún con redes de cerco en Costa Rica.
Costa Rica es uno de los pocos países que todavía permite que los barcos atuneros de cerco capturen delfines mientras pescan atún aleta amarilla. Es una práctica que comenzó en la década de 1950 y continúa en la actualidad. Las dos especies nadan juntas en el Pacífico Tropical Oriental. Más de 6 millones de delfines han muerto en este tipo de pesca. Hoy en día utilizan un sistema para liberar a los delfines y se estima que mueren alrededor de 2000 al año, pero son acosados constantemente y el proceso a menudo separa a las madres de las crías. Los jóvenes también suelen morir. Casi el 85% de todos los lances de cerco en Costa Rica involucran la captura de delfines.
Costa Rica no tiene una flota atunera propia y vende licencias a embarcaciones extranjeras, generalmente de Venezuela y Nicaragua. Anteriormente podían faenar a partir de las 12 millas de la costa, pero en 2014 se amplió la zona de exclusión a 45 millas. Desde entonces, las poblaciones de delfines y otras especies que son capturadas incidentalmente por los barcos atuneros, como tortugas, tiburones, mantarrayas y peces deportivos, han florecido en la zona protegida de 45 millas.
Hay dos proyectos de ley en la Asamblea Legislativa de Costa Rica para reformar la Ley de Pesca, que han estado en discusión los últimos dos años, que movería los barcos atuneros a entre 80 y 100 millas de la costa. Los delfines que se mueven en súper manadas son animales costeros y la medida salvaría a muchos del acoso o la muerte. Ambos proyectos superaron la etapa de revisión en Comisión, y uno de ellos recibió la primera votación, pero la semana pasada fueron retirados repentinamente para una revisión adicional de 6 meses. Tanto los pescadores nacionales como los conservacionistas han estado presionando para sacar a los atuneros de cerco a las 200 millas, mientras que las propuestas del gobierno oscilan entre 80 y 100 millas. El único sector opuesto a esta reforma es la industria de la conserva del atún.
Quienes están a favor temen que la demora posponga el tema hasta el período electoral venidero y que ello retrase aún más el proceso. Costa Rica, que es famosa internacionalmente por su imagen verde y cuenta con una gran protección para la interacción de las personas con los delfines, no parece sentir lo mismo cuando se trata de atuneros cerqueros que pescan sobre ellos.
