Carta al nuevo Congreso de Costa Rica
Por Todd Staley publicado para Los tiempos de tico
En primer lugar, felicitaciones por haber sido seleccionado para su nuevo puesto. Has aceptado un trabajo difícil y agotador. Pero si no fuera por tu amor por este país, te habrías negado a aceptarlo. Por favor, permítanme hacer un prefacio a esta carta. Puede preguntarse, “¿por qué debería escuchar la opinión de un extranjero?”.
Los que me conocen también saben que soy más tico que gringo, he tenido el honor de vivir en su país más de treinta años y el gobierno me ha permitido naturalizarme. Mi corazón es “Puro Tico”, pero estoy pegado a esta cara de gringo con la que nací.
He criado a 4 niños ticos, todos varones. Uno con un título en contabilidad que maneja el inventario en una cadena costarricense de ferreterías. Un estudiante universitario cuyo primer título en una universidad costarricense fue en inglés con un promedio de 98 puntos, aproximadamente 20 puntos más que lo que obtuve como hablante nativo.
También tenga un futbolista talentoso que acababa de subir a la segunda división para Pérez Zeledón antes de que Covid terminara ese programa, pero si tiene suerte y se vuelve a notar, seguramente algún día jugará para un equipo de Primera División. Y finalmente, un hijo que siguió mis pasos y es capitán de pesca deportiva en Crocodile Bay y mucho mejor pescador de marlin que yo.
Mi razonamiento para el prefacio de esta carta se debe a que el tema trata de otro grupo extranjero. Red de cerco extranjera Barcos de atun. El expediente N° 21.531, también conocido como reforma a la ley atunera, fue pateado como un futbol por el congreso ante ustedes por más de dos años y nunca terminó.
Lo mismo sucedió con el primer decreto atunero que primero fue firmado por la presidenta Chinchilla pero luego aprobado por el presidente Solís. Al final de su mandato, el último congreso aprobó la nueva ley, pero dejó que terminara el presente congreso.
La nueva ley de reforma del atún a votación tiene varios temas que no estoy calificado para abordar, como sus decisiones sobre qué cobrar por las licencias a los barcos extranjeros y qué descuentos dar, aunque otros países cobran tarifas mucho más altas por arrendar sus aguas. Una cosa en la que estoy calificado para expresar mi opinión es el efecto de sus decisiones sobre los recursos naturales.
El recurso natural número uno aquí son las personas, es decir, los costarricenses y cómo el polígono costero afecta sus vidas.
El polígono costero fue creado por decreto en 2014 trasladando la operación de cerqueros extranjeros de 12 millas a la costa a 40 millas. El nuevo texto del actual proyecto de ley de reforma del atún exige trasladarlos a 80 millas.
Las obras del polígono costero
La industria atunera tiene un lobby poderoso. Su argumento es que alejar más el polígono costero afectará negativamente a sus 5000 empleados costarricenses directos e indirectos y aumentará el costo de la operación de pesca.
Esto simplemente no es verdad. De hecho, todas las licencias atuneras de cerco vendidas en los últimos años han sido otorgadas a barcos con pabellón de Venezuela y Nicaragua y los barcos que viajan tan lejos no se preocupan por la distancia. De hecho, su costo de operación se ha reducido.
La población de túnidos ha aumentado mucho en el polígono. El polígono costero se ha convertido en zona de captación de túnidos pero siempre están en movimiento y muchos no se quedan en el polígono. La tasa de captura promedio de un cerco atunero por lance de red ha aumentado de 10 t por lance a casi 20 t por lance de red desde que se creó el primer polígono.
Mientras que la planta de procesamiento de atún en Puntarenas genera 5000 puestos de trabajo, la pesca con palangre comercial y turística genera más de 60,000 puestos de trabajo en las comunidades costeras. Entre los dos generan hasta $1 Billón anual al producto nacional bruto del país. Hay aproximadamente 350 licencias de palangre emitidas y 675 licencias de pesca deportiva emitidas por Incopesca.
La pesca deportiva crea más de 35,000 puestos de trabajo para Costa Rica y genera $520 millones anuales. La mayoría no va al pescador. Los hoteles, las empresas de transporte, los restaurantes, las empresas de turismo y las tiendas de souvenirs también se benefician enormemente.
He brindado en los últimos 30 años a cerca de 1000 costarricenses puestos relacionados con la pesca deportiva. Ha tenido muchos momentos gratificantes. He visto a hombres y mujeres que apenas terminaron la escuela primaria construir su primera casa o enviar a sus propios hijos a universidades costarricenses con ganancias de la pesca deportiva.
El texto de la reforma atunera pide trasladar el polígono costero a 80 millas. La semana pasada se tomaron mociones para los cambios sugeridos. Afortunadamente, su congreso parece tener una mejor visión para los costarricenses que el último congreso. Hubo varios movimientos para mover el polígono a 100, 120, 150 e incluso a 200 millas.
Solo un movimiento fue mantenerlo en las 40 millas actuales. Esto sorprendentemente para mí vino de un congresista de Puntarenas, sugiriendo en mi opinión que él no entiende a la gente en su propio distrito.
Conflictos en el océano
Las regulaciones costarricenses requieren que la mayoría de los barcos de pesca deportiva y de palangre operen dentro de las 40 millas de la costa. Es decir, 1000 barcos costarricenses compiten por el pescado en un área pequeña, mientras que un puñado de barcos de cerco extranjeros pueden pescar en una gran área de las aguas territoriales costarricenses. Al trasladar el polígono costero a por lo menos 100 millas, estos conflictos entre los pescadores deportivos y de palangre pueden generar un compromiso.
Ojalá algún día vea, ya sea por acuerdo de Incopesca o por ley costarricense, que se zonifique el Polígono Costero. Mis pensamientos personales serían las primeras 45 millas reservadas para la pesca deportiva y tipos selectivos de pesca comercial como greenstick y pesca comercial de atún con caña y línea. El área restante del polígono costero utilizada por la flota palangrera comercial mediana. Todos en este momento están limitados a 40 millas.
No te olvides de los delfines
Se estima que el 85% de los calados con redes de cerco en Costa Rica son sobre manadas de delfines. A lo largo de los años, 6 millones de delfines han perecido en las redes atuneras. Las técnicas utilizadas hoy en día han reducido ese número a una estimación de 2000 al año en el Pacífico Tropical Oriental. Sin embargo, los mismos delfines son capturados una y otra vez.
Están en pánico y los jóvenes se separan de sus madres. Muy pocos de los juveniles separados de sus madres sobreviven. La mayoría de estos delfines viven a unas 100 millas de la costa, por lo que una expansión del polígono costero ayudará a protegerlos.
Para mí es una pregunta fácil. ¿Queremos que nuestros hijos algún día les digan a sus hijos: “¿Sabes que tu abuela(o) ayudó a salvar el océano en Costa Rica?”, o dirán, Tu abuela(o) lo regaló?
Acerca de Todd Staley
Todd Staley ha trabajado en pesca deportiva en Costa Rica durante más de 30 años y recientemente fue galardonado con el premio Barry Fitzpatrick Conservacionista del año 2022 por la Asociación Internacional de Pesca Deportiva (IGFA)
